En Perú, la educación en BIM acaba de cambiar radicalmente. Con la aprobación de la nueva Malla Curricular BIM, las universidades enfrentan una decisión crucial: ¿sumarse al cambio y liderar la transformación digital en la educación o quedar rezagadas mientras otros avanzan?
Este no es un simple ajuste en los planes de estudio. Es una oportunidad estratégica para posicionarse como pioneros en la formación de profesionales altamente competitivos. Es la posibilidad de trascender los límites geográficos con formaciones virtuales y certificaciones internacionales, o aferrarse a un modelo tradicional que pronto podría quedar obsoleto.
En el link al final del documento puedes descargar los documentos oficiales
El nuevo escenario académico: ¿están las universidades listas?
Con esta resolución, las universidades están obligadas a modificar sus mallas curriculares. Pero la pregunta clave es: ¿cómo lo harán?
¿Optarán por desarrollar desde cero una estructura propia, con los costos y desafíos que eso implica?
¿O aprovecharán plataformas ya establecidas, con experiencia y certificaciones internacionales, que les permitan escalar la formación en BIM de manera homogénea y bajo protocolo?
La decisión no es menor. Existen universidades en otros países que ya han adoptado BIM como parte fundamental de su oferta académica, mientras que otras aún se resisten al cambio. La historia demuestra que quienes dan el primer paso suelen marcar la diferencia y consolidarse como referentes.
Lore
Educación Asincrónica: La Clave para la Expansión y la Competitividad
Uno de los aspectos más relevantes en este cambio es la transición hacia la educación online y asincrónica, que representa una ventaja enorme tanto para los estudiantes como para las universidades.
Para los estudiantes:
Flexibilidad total: Permite que profesionales en actividad y estudiantes combinen su formación con trabajo, familia y otras responsabilidades.
Acceso sin restricciones geográficas: No importa si vivís en Lima, Arequipa o en el extranjero; podés acceder a la mejor formación sin necesidad de mudarte.
Ritmo personalizado: Cada persona aprende a su propio ritmo, sin la presión de una clase presencial que avanza sin esperar a quienes necesitan más tiempo.
Elimina barreras económicas: Evita costos de traslado, alojamiento o materiales físicos, lo que hace que más personas puedan acceder a educación de calidad.
Para las universidades:
Expansión sin límites: Ya no están restringidas a su radio de influencia habitual de unos pocos kilómetros, sino que pueden llegar a todo el país y más allá.
Un nuevo modelo de negocio: Al ofrecer educación virtual y asincrónica, pueden generar ingresos sin depender de la capacidad física de sus aulas.
Posicionamiento internacional: La educación BIM bajo protocolo les permite proyectarse a un mercado global, atrayendo estudiantes extranjeros.
Crecimiento exponencial: Este tipo de formaciones no tiene limitaciones en la cantidad de alumnos ni en la cantidad de veces que puede iniciar por año, multiplicando exponencialmente la capacidad académica y la potencialidad económica de las universidades.
Este modelo ya está siendo implementado con éxito en otras universidades de la región. Por ejemplo, la Maestría en BIM Management de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca en Bolivia se estructura con un 85 % asincrónico y un 15 % sincrónico, permitiendo que profesionales de distintas partes del mundo puedan formarse sin afectar su ritmo de vida. Desde su primer año, esta maestría logró tener un 50 % de estudiantes extranjeros y un 50 % de estudiantes nacionales, pero con un dato aún más revelador: del total de alumnos nacionales, solo el 20 % es de la ciudad de Sucre, mientras que el 80 % proviene de otras regiones de Bolivia. Esto significa que solo 1 de cada 5 alumnos estudia desde la ciudad donde se dicta la maestría, mientras que el resto proviene de un mercado que antes la universidad ni siquiera había considerado.
Del mismo modo, la Diplomatura en BIM MEP, que se distribuye desde Colombia para toda Latinoamérica, sigue esta misma lógica, demostrando que la formación en BIM puede trascender fronteras sin perder calidad ni rigor académico.
Para las universidades o entidades peruanas que decidan dar este paso, esta ley no solo representa una obligación, sino una oportunidad para expandirse a un mercado nacional e internacional, atrayendo estudiantes y consolidándose como referentes en la educación digital.
Norma vs. Protocolo: El Verdadero Desafío de la Implementación BIM
Hoy en día, ningún país ni universidad cuestiona que la norma ISO 19.650 es el estándar que está guiando la transformación digital en la construcción. Sin embargo, existe una gran confusión entre lo que es una norma y lo que es un protocolo.
La norma define principios y criterios generales, pero el protocolo es lo que permite que esos principios se conviertan en una metodología práctica y funcional. Si pensamos en BIM como un río de información que fluye desde el diseño hasta la construcción y mantenimiento, la ausencia de protocolos claros hace que ese río se contamine con errores, retrabajos y problemas de interoperabilidad.
Sin protocolos BIM bien definidos, cada proyecto termina reinventando la rueda, generando ineficiencias y pérdidas de información en la transición entre fases.
Bajo protocolo, se garantiza que la información fluya de manera organizada, asegurando trazabilidad, interoperabilidad y alineación con estándares internacionales.
El protocolo es el pliego de especificaciones técnicas generales que asegura que en la práctica diaria no se esté intoxicando el río BIM aguas abajo. Sin una estructura clara, los errores de coordinación y comunicación pueden generar sobrecostos y desperdicio de recursos.
La gran diferencia no radica solo en estar bajo norma ISO 19.650, sino en quiénes, además, implementan protocolos, manuales y templates. Estos funcionan como los pliegos de especificaciones técnicas generales y particulares que garantizan una correcta aplicación de la norma. Si la ISO 19.650 es la gran constitución de BIM, los protocolos son las leyes que reglamentan su aplicación en la práctica diaria.
Para las universidades, esto significa que no basta con enseñar herramientas de modelado. Se trata de educar en procesos estructurados, asegurando que los futuros profesionales no solo manejen software, sino que entiendan cómo trabajar en un entorno colaborativo, cumpliendo con estándares globales.
Conclusión: La Decisión es Ahora
El cambio ya está aquí. Las universidades, los estudiantes y los profesionales en Perú deben decidir si quieren liderarlo o quedarse atrás.
La pregunta no es si BIM será parte de la educación superior, sino quiénes serán los primeros en adoptarlo y aprovechar su potencial. El mercado ya lo está demandando, y las oportunidades están abiertas para quienes decidan dar el paso ahora.
Descargá la Documentación Oficial y Tomá la Mejor Decisión
Para comprender a fondo los cambios en la educación BIM en Perú, poné a prueba tu universidad o tu propia formación. Descargá la Resolución Oficial y la Malla Curricular BIM y analizá qué significa esto para el futuro de la educación y la competitividad profesional en el país.